Durante una entrevista en otro medio, Claudia reveló cómo vivió los días posteriores al fallecimiento de Diego y por qué decidió seguir en el programa. “Los primeros dos días me costó… Hablé con la producción y me dieron la libertad de hacer lo que quisiera. Me dijeron que mi lugar siempre iba a estar, que no me iban a poner reemplazo, nada. Y que si quería dejarlo tampoco había problema”, señaló Claudia, y agregó “No me iba a hacer bien estar en casa mirando televisión. Me iba a hacer bien estar acá con la gente que me quiero y disfrutar del programa”.

Sin embargo, dejó la decisión en sus hijas Dalma y Gianinna, quienes la alentaron para continuar en el certamen: “A las chicas le dije que si necesitaban que dejara el programa para acompañarlas 24 horas, lo hacía. Y las dos me dijeron que no. Que no era justo, porque falta tan poco para que esto termine que no era justo dejarlo ahora”, relató la empresaria, que se encuentra entre los seis semifinalistas.

En otros momentos más distendidos de la entrevista, Vigna destacó la sencillez y el perfil bajo de Claudia, pero le pidió que recordara algunas anécdotas “Te conozco una con Ricky Martin, que se le cayó el agua a Dalma…”, empezó a contar la conductora. Claudia aceptó el convite pero la corrigió, agregándole unos cuantos detalles que hicieron más jugosa la anécdota.

“Después de un show, Ricky vino escondido en un baúl a comer a mi casa”, soltó la empresaria a modo de título. “La gente estaba desesperada, lo seguían las chicas en taxis por todos lados”, agregó. “Lo sacaron de Obras, lo metieron en un baúl y vino a comer un asado al quincho de casa”, continuó Villafañe, con la naturalidad de quien invita a algún pariente un domingo cualquiera.

Luego sí retomó el incidente que recordaba la conductora. “Las chicas eran chicas, y a Ricky se le cayó la naranja en el vestido de Dalma… ¡y Dalma lo quería matar! ¿Cómo me va a tirar la naranja encima de la ropa?”, se preguntaba la niña en medio de una reunión familiar a la que el puertorriqueño había asistido con su madre. Un encuentro normal de personas totalmente fuera de lo normal.