Sentimientos como la tristeza, ansiedad, alegría y felicidad se mezclaron en un video conmovedor. La actriz se quebró emocionalmente al ver a Fini, quien había viajado a Madrid días antes de que se desatara la pandemia del COVID-19.

Suele decirse que una imagen vale más que mil palabras, y en este caso, el video que compartió Andrea Frigerio apenas vio a Josefina Bocchino, su hija, lo confirma. No hay frase que describa la emoción de esta madre al reencontrarse con Fini. Un rostro que denota asombro, sorpresa, incredulidad, manos temblorosas y un cuerpo que no logra enfocar lo que ven sus ojos. Se percibe que no logra decir esas palabras que se le cruzan por la cabeza. Las piensa, pero no le salen. Se queda boquiabierta, simplemente, contemplando la figura de su hija.

Pasan los segundos y logra recuperar el aire. Pero sigue aturdida. Del otro lado, la recién llegada se abraza con su padre, Lucas Bocchino, que la tiene apretada contra su pecho, no la suelta por miedo a que se trate de un sueño. Fini le pide a su mamá que se acerque, que le dé un abrazo de bienvenida. Andrea sigue atónita. Para ese entonces, se le cruzan varios sentimientos. Por un lado, el de seguir mirándola de lejos, recorriendo cada centímetro. Por otro, su cabeza le advierte que estamos transitando una pandemia y que el protocolo indica mantener el distanciamiento social. Finalmente le hace caso al corazón, tímidamente se acerca y se funden los tres en un abrazo interminable.

Cuando la tranquilidad se apoderó de su ser, cuando todo, dentro de lo posible, volvió a la normalidad, la actriz se tomó un segundo, compartió el momento y explicó de qué se trataba ese material emotivo. “Sigo a unos metros del piso sin poder creer que está acá. Fueron meses de mucha angustia por todo el tema del COVID y ella tan lejos nuestro. ¡Tengo una alegría tan grande! No lo puede creer”, contó, y luego remarcó que se trató de una sorpresa que la joven les quiso dar: “Nunca nos dimos cuenta. No nos imaginamos que ella iba a venir, y está acá. Estoy muy feliz”. Su papá, Lucas Bocchino, fue el primero en ir a abrazarla.